El comienzo: En busca de la maternidad.

Tras mucho tiempo sin publicar, de hecho, apenas había publicado nada... Y menos aún nada relacionado con lo que nos acontece en el día de hoy, y durante un largo periodo.

He decidido volver, pero esta vez con un proyecto, un rumbo, un fin, una esperanza.

Voy a retomar el blog con la finalidad de contar mi experiencia, mi ansiada y dificultosa búsqueda de la maternidad.

Quiero relatar mi punto de vista y mi experiencia desde el comienzo, desde el momento en el que decides que quieres ser madre y no puedes, en el momento en el que decides ponerte en manos de un experto, de médicos.

Pero, para contar mi experiencia, voy a hablar un poco de mi, de mi situación y el porque de tener que recurrir a la reproducción asistida.

En primer lugar diré que no quiero involucrar en esto a ninguna persona, pues cada cual es libre de exponer o no su privacidad, por lo que no daré detalles nada más que sobre mi persona.

Bien, soy una chica de 27 años. Y bien, muchas diréis: ¿Por qué ahora? ¿Por qué tan joven? Todas las respuestas espero que estén resueltas en este post, de no ser así, y si surge alguna duda más, estaré dispuesta a resolverla.

Desde siempre, de hecho desde que recuerdo, mi instinto maternal ha estado muy presente en mi vida, siempre me encantaba jugar con mis muñecos bebés de niña, y cuando fui más mayor, soñaba con ser madre joven. 

Siempre tuve diversos problemas de salud, así que acudía a médicos regularmente, pero a medida que iba creciendo notaba que algo en mi no era como en las demás chicas de mi edad. Yo no me estaba desarrollando como mis amigas. Esto me llevó a tener muchos complejos, a sentirme diferente, incluso a pensar que yo no era una mujer. Llegó el momento de mi mayoría de edad y aún no me había llegado eso que todas odiaban pero que yo realmente ansiaba: La menstruación.

Mi médico había estado evitando y retrasando mandarme al ginecólogo, pero yo necesitaba saber qué era lo que pasaba, así que comenzó mi andanza por médicos privados. Tras análisis y un montón de pruebas, nadie me explicaba nada, solo me recetaban pastillas que siquiera sabía para qué eran. Medicamentos que por desgracia me daban muchos problemas de salud y que finalmente me retiraron hasta hace escasos meses.

Tras años de incógnitas y cambios de ginecólogo, caí en manos de mi actual ginecólogo. El fue quién más me explicó, me dijo que no se veían los ovarios, que me tenían que hacer una última prueba para darme un diagnóstico final. Me iban a hacer una laparocopia para ver si tenía ovarios, o al menos tejido y si había folículos. Y bueno, tras una cancelación de la operación, etc, finalmente se llevó a cabo. Diagnóstico: Cintillas ováricas sin folículos. Pero, con un útero viable.

No ovulo y no hay posibilidad de ello, pero, como he dicho, el útero está intacto, aunque es un poco más pequeño de lo habitual (o eso me dijeron en ecografías), porque cuando vino el médico a darme el resultado me dijo que tenía el útero viable para un embarazo por reproducción asistida.

De esto ya hace casi cuatro años.

Muchas diréis que soy muy joven, que tengo tiempo, pero la edad no solo afecta al recuento de los óvulos, sino también a las estructuras, y, sinceramente, no quiero en un futuro ver más reducidas mis opciones, así que, ha llegado el momento de ponerse en marcha y pasito a pasito hacer camino.

Además, que siempre quise ser madre joven por lo que los 27 años no es una mala edad para comenzar.

Hace ya meses que fue tomada la decisión, pero en primer lugar tenía que informarme bien, porque ya lo había hecho anteriormente, me había informado de los tipos de tratamiento, de las opciones, etc. pero tan solo por encima. Ahora era momento de informarme más en profundidad.

Ahora no voy a hablar de todas las opciones y tratamientos que existen en el mundo de la reproducción asistida, porque lo haré más adelante.

Y el siguiente paso, el segundo, que es en el que me encuentro actualmente es en pedir cita para una primera visita.

Tras informarme sobre diferentes clínicas (no voy a hacer publicidad, si tenéis curiosidad podéis escribirme), hice una selección en base y a sabiendas de que todas tienen sus lado bueno y su lado malo, pero, también, considerando su ubicación, su precio y la fiabilidad que me han dado en un primer contacto.

En mi ciudad tan solo existen dos clínicas, pero también barajé la posibilidad de ir a alguna ciudad cercana, e incluso no tan cercana. Pero me di cuenta, de que esto iba a ser un ejercicio de gran confianza, de que ninguna me iba a aportar una seguridad al 100% por más que tuviera un nombre conocido. Así que decidí apostar por las clínicas de mi ciudad. Tenía dos opciones encima de la mesa: Una mi clínica ginecológica habitual y una segunda, una clínica más o menos reciente.

Mucha gente se inclinaría hacia lo habitual, pero, en vedad, no me han dado nunca mucha seguridad, ni muchos detalles e información, así que tras mucho pensar, y como soy de una aseguradora privada me puse en contacto con la clínica nueva (llamemosla B), ya que en el mail me dijeron que la primera consulta con aseguradora era gratuita.

Tras ponerme en contacto con la clínica B por mail, me llamaron por teléfono y me dijeron que aún tenían las listas cerradas, que a mediados de este mes me llamarían para darme cita para esta primera cita a partir de Abril. 

De esto hace ya cosa de 15 días y estoy a la espera de la llamada. Me ha tentado pedir cita en la clínica A (la mía habitual), pero, con la clínica B tengo un pálpito especial, por lo que creo que no ha de poderme la impaciencia y es mejor que espere.

Algún día os contaré en que consiste ese pálpito especial, si esto crece y alguna lectora en mi misma situación quiere saber más.

Con semejante extensión de post, me despido por hoy.

A medida que pase el tiempo espero poder contar más y más. De hecho, mientras espero quizá vaya haciendo post sobre los diferentes tratamientos y mi opinión sobre todo este mundo de la reproducción asistida. Eso si veo que interesa, claro.

Me despido con ganas de recibir la ansiada llamada con la fecha de la cita.

Dieya